sábado, 27 de abril de 2013

Garduño y Cuairán.






Utilizo imágenes que aparecen en Internet. Ruego disculpas a sus propietarios (Si alguna de las imágenes infringe o vulnera la privacidad o los derechos de autor, ruego que os pongáis en contacto conmigo para retirarla inmediatamente).



Cuéntalo a tus amigos para que sepan donde pueden encontrar el origen de su apellido. Y aunque creas (o crea) que el que tiene/s solo es el s/tuyo y el de s/tu familia, solicítalo de igual manera en cualquiera de los “comentarios” de este blog. ¡Una aclaración! Los datos aquí expuestos, fidedignos, son una parte de las referencias que tengo y que, entre otras cosas, no les puedo facilitar donde se han obtenido, por formar parte del patrimonio de la librería EyP; siendo ellos los “sabedores” del valor de dicha información y a quienes, o donde,  se puede consultar sobre la misma. Otro dato importante se refiere a que la prodigalidad de apellidos no nos permite entrar en genealogías individuales. Quiere esto decir que “nunca”, “nunca” vamos a acometer el estudio profundo de la familia de un apellido (abuelos, bisabuelos, etc.), para ello hay otros expertos genealogistas colaboradores de la librería. En la librería EyP si se harán precisos árboles genealógicos, escrupulosos escudos, perfectos dosieres  familiares (en imitación de papel pergamino), pero siempre con sus propios datos, o la información proporcionada por nosotros o nuestros colaboradores a partir de sus observaciones. Así y todo, me enorgullezco de saber “algo” de 302.276 apellidos hispanos y de decir aquí una pequeña parte, incluyendo aquellos apellidos considerados “raros” o de difícil localización.



Garduño
Nada refieren sobre este apellido los más dignos y pródigos genealogistas.

Figura un documento de 1338, con una donación  efectuada en Santillana del Mar (Cantabria), a la iglesia de dicha población.
José Garduño, vestidor de la Macarena
durante 50 años.

No nos consta ningún otro documento hasta que a fines del siglo XVI o principio del XVII, se encontraban establecidos en Nueva España, utilizando el apellido como García Garduño o Cid García Garduño indistintamente. Propietarios de este sobrenombre eran hacendados en el Valle de Toluca, con ricas posesiones en la jurisdicción de Ixtlahuaca, Tenango del Valle y de la ciudad de Toluca.

Garduño parece ser apodo aplicado al codicioso y ratero.

Han pasado a Méjico, Costa Rica y Estados Unidos.

En los libros en que están “asentados los bautizados y difuntos q se an escrito en la Iglesia parroquial de Sta helena de este lugar de Calzada de B(V)aldunciel (Salamanca) desde el Año de mil seiscientos y veinte y cinco en adelante”, figuran dentro de una misma familia, los Garduño, y Garduña, para las mujeres (1648).




Cuairán
Según algunas personas este es un apellido navarro, pues en Navarra se encontraban sus últimas casas documentadas en el siglo XVIII. Y si bien podemos estar de acuerdo con ello creemos que es un apellido aragonés.

Lo primero a tener en cuenta es que los apellidos Cuayrán, Cuairán o Quairán según todos los genealogistas son uno mismo, por lo menos en su origen, y teniendo en cuenta las modas ortográficas por las que la Y griega se transformó en muchos casos en i latina, al igual que la q, en c.
 
Alejandro Cuirán coloca un aro en el asta de una vaquilla.
Por ello al remontarnos a la Fogueración aragonesa (censo) de 1495, se les documenta en Bisimbre, en el partido judicial de Borja, y en Mallén, en el mismo partido judicial, ambas en Zaragoza.

De cualquier forma no podemos dejar de escribir lo que afirmaba Juan Félix Francisco Rivarola y Pineda en su ”Monarquía Española, Blasón de la Nobleza”, al opinar que su origen se encontraba en un valeroso capitán indígena, que colaboró con las huestes de Hernán Cortés en Méjico, sirviendo de enlace entre el emperador Moctezuma y el caudillo extremeño, convirtiéndose posteriormente al catolicismo.

Etimológicamente debe proceder de la voz que se dice en Huesca y Zaragoza Coairón, y en Huesca Cuairón, para referirse a una pieza de madera.
 


Es el camino de la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario